viernes, 19 de octubre de 2007

Autor
Rocio Sanchez Prado



La Casa del Estudiante es una Institución que proporciona alojamiento digno a estudiantes de provincia de escasos recursos, inscritos en alguno de los centros de educación superior pública de la capital. Es la primera y mas antigua institución de su tipo en el país y en América Latina. Desde su fundación en 1910, la Institución recibe de los estudiantes una módica aportación mensual con el propósito de ampliar sus servicios a un mayor número de estudiantes, formar personas responsables y lograr su sustentabilidad. Sin embargo desde hace décadas la únicas aportaciones con que se sostiene son las de sus socios, que de ninguna manera son suficientes para dar el mantenimiento adecuado al inmueble.



La Casa es catalogada por el INBA como monumento artístico, presenta un marcado deterioro físico que debe ser revertido para salvaguardar el patrimonio y mejorar las condiciones de servicio de este noble proyecto.



Fue fundada por el ministro de hacienda del Porfiriato, Ingeniero José Ives Limantour el 6 de Julio de 1910. Desde 1966 la administración de la Institución se reorganizó y se constituyó en asociación civil con el nombre “Casa del Estudiante José Ives Limantour A.C”.



Además de proporcionar alojamiento digno a los estudiantes de escasos recursos, la Casa del Estudiante tiene como propósito:

Favorecer la vida comunitaria con independencia y el estímulo al estudio entre estudiantes de diferentes disciplinas;

Favorecer la realización de investigaciones y actividades de carácter científico,técnico, cultural, deportivo y social, para lograr la formación integral del ser humano;

Favorecer la comunicación, intercambio de experiencias, estudios e investigaciones con otras Instituciones nacionales y extranjeras.



Cabe destacar que en 1985 la Casa del estudiante fungió como uno de los principales albergues y centros de ayuda para los damnificados de los sismos de septiembre que castigaron duramente la zona del centro de la capital, en los primeros meses albergó alrededor de 500 damnificados y hasta diciembre del mismo año alojaba en promedio 130 heridos que eran atendidos por médicos y por estudiantes de medicina que aquí vivían.





Bajo el marco de las expropiaciones que se han efectuado desde febrero del 2007 en el perímetro A del centro histórico, y que comprende 1157 monumentos históricos conformando la ciudad en el siglo XVIII y principios del XIX, lugar cuyos antecedentes históricos desde la época prehispánica ha servido como espacio de intercambio de productos extranjeros con precio más accesible, por lo tanto se ha mantenido expuesto al desprestigio y criminalización de los habitantes en esta zona con respecto a los poderes de estado en turno.



Hoy, las acciones tomadas por el gobierno de Marcelo Ebrard, como continuación de un proyecto previo, donde se ha buscado homogeneizar la imagen del centro histórico mostrándolo accesible ante el turismo mundial, dejan al margen la situación social que el desempleo y la desproporción económica que el capital genera.



Queda claro que para el gobernador del D.F. con una supuesta postura de izquierda, no hay más que un doble discurso antagónico en sí mismo pues las acciones refieren a aumentar la inseguridad e inestabilidad social. La política de despojo como se observa, no va dirigida hacia una real intención de ocupar espacios en condiciones de aprovechamiento comercial, pues habría que considerar a algunos en la colonia Roma, en Polanco o en el mismo Centro Histórico que han permanecido intocables hasta el momento.



En cambio, sí se aplica en un entorno social vulnerable, criminalizado social e históricamente objeto de operativos orillándolo a comercializar informalmente. La Casa Nacional del Estudiante, que fue construída en su momento a las afueras de la ciudad, con el crecimiento urbano, fue absorbida por la dinámica comercial hasta quedar fuera del contexto actual.



Al interior de la misma, se han visto reflejados los diferentes momentos económicos, sociales y políticos nacionales, propiciando desde luego una interacción particular con el entorno, de manera específica con las organizaciones de comerciantes y con el estado.



Nuestra organización se conforma hace cuatro décadas, desde entonces la condición de sustentabilidad ha resuelto en cierto sentido nuestras pautas de autonomía, mas de otro ha servido para que el estado cree candados a la misma donde se condicione de tal forma que sea inalcanzable la regularización de los servicios por medio de obstaculizar los trámites.



¡¡por la autonomía de la Casa Nacional del Estudiante y sin la injerencia del gobierno estatal!!



¡¡por la permanencia de espacios que generen discursos y acciones alternativos al plan globalizador ¡!